sábado, 31 de julio de 2010

"Conchita" no.2

Ok, les menti cuando dije que habia sido en el Caribe. Resulta que esta historia se desarrolla en un lugar solo parecido al Caribe, podria decirse que un universo alterno. Asi que debido a mi indecision (y si les resulta mas comodo), pueden situar las historias de Conchita en la Tierra Media, la Atlantida, Zamonia (que al fin y al cabo es lo mismo) Cittagaze, Ancelstierre, Infratierra, Celeste, Adkala, El Bosque de los Cien Acres (aunque no haya mar ahí), Naboo, Asgard, Lenidia, Aio, y hasta Pandora.

Dicho lo cual, he aqui "Las Épicas de Conchita":

Bueno, según los alquimistas la ultima emisión de un ahorcado (espero no tener que dar mas explicaciones al respecto) al caer en tierra fertil dará como resultado una mandragora, una criatura mitad planta, mitad personita. Lamentablemente olvidaron aclarar lo que pasaba si se reemplazaba la tierra fertil por desechos marinos.

La respuesta a esa pregunta es la siguiente: un ser con una vieira agujereada en vez de cara; el torso compuesto por la concha de un caracol; una pinza de cangrejo en donde deberia estar la mano derecha y una ramita de coral de fuego para la izquierda; y por piernas, un esqueleto de camarón y una pata de palo. Su sangre era el agua salada y dentro de su grueso caparazón lo que le daba vida era un excentrico molusco con facciones ligeramente humanas.

Dificilmente superando los seis centimetros de altura, el pequeño homunculo (asi se les llama a ese tipo de criaturas) fue creciendo, arrullado por el suave sonido del mar y nutrido por lo que le llevara la marea.

Asi fue su existencia hasta que, por razones que no comprendía, la marea dejó de llegar hasta donde estaba su lecho y de proveerle el alimento y agua que necesitaba. Incapaz de valerse por si mismo, hizo lo que su parte humana le dictaba: llorar.

Chilló durante un dia y una noche, hasta que al llegar la mañana, dos niños pequeños lo encontrarón, y movidos por la curiosidad, decidierón llevarlo a casa.

Continuara...

jueves, 22 de julio de 2010

"El pez de luz" no.2

Ok, ok, ya se que este puede ser el peor de los cuentos que he escrito hasta el momento, pero planeo darle una continuación a "Conchita" y sinceramente, me siento culpable si continuo una historia que apenas escribí y olvido las que dejé sin concluir, asi que la pienso terminar en chichi y pasar de una vez a un mejor material literario.

Bueno, dicho y hecho, la segunda parte de "El pez de luz":

Fue practicamente por mera estupidés liberada que arroje una red al vacio esa tarde. El ocio puede ser un gran enemigo y me habia convertido en la prueba viviente de ello.

No esperaba que algo apareciera, solo lo hacia para, bueno, nisiquiera matar el tiempo. Pero algo quedo atrapado en la red mientras caia hacia el abismo, como una estrella atarapada en un sargazo que flota sobre el mar. Solo que este iba en caida libre, y posiblemente se iba a desintegrar en millones de particulas que luego ascenderian en forma de niebla negra.

¡Mierda! habia matado al pez de luz, o lo habria hecho si no me hubiera dado cuenta de mi error a solo unos segundos de tirar la red. Afortunadamente mi bote (como todos los de Karkal, tengo que admitirlo) era una maravillosa obra maestra de telestica aplicada (animar cosas inanimadas) y no se requirio mucho esfuerzo para llevarla en picada rumbo a el pobre animal luminoso.

Ya lo tenia a la vista, pero de repente el aire se volvio mas espeso y dificil de respirar. Llego el punto en el que me di cuenta de que me estaba ahogando en un mar verdadero, incluso con su sabor salado que se te mete hasta en los pulmones.

Llegue hasta la pobre criatura y corte la cuerda para liberarla de un terrible destino. No perdio el tiempo, movio su dorado y translucido cuerpo de manera frenetica y "nado" hacia la superficie. Fue lo ultimo que vi antes de quedar inconciente.

Desperte a medianoche en la playa de Tavodejt. Parpadee para desnublar mi vision y me pareció ver en el horizonte una figura luminosa que se alejaba a traves del mar irreal.

FIN

miércoles, 21 de julio de 2010

"Conchita"

Todo empezo un día soleado en el Caribe, años atras, cuando era practica común colgar a los delincuentes como castigo. La noche anterior la marea habia arrastrado una inusual variedad de desechos hacia la playa: caracoles vacios, trozos de coral, espinas de pescado y otros restos que contaban las historias de vida y muerte que tenian lugar mar adentro.

Curiosamente el mismo fenomeno habia dejado la plataforma de ejecuciones hecha un monticulo de astillas, y el verdugo, un hombre exageradamente impaciente, habia decidido improvisar una con tal de no alargarle la espera al ejecutado, aunque muy posiblemente no haya apresurado el evento con un proposito tan benevolo en mente.

Asi, dispuso de un pequeño arbolillo junto a la playa, lo dobló atando el extremo mas alto al suelo y a este, una horca. Condujo entonces al ejecutado hacia el improvisado artilugio de ejecución, con un capuchón negro en la cabeza y le colocó la horca al cuello. No hizo esperar mucho a la parca y corto la cuerda que ataba el arbol al suelo de un solo tajo.

La fuerza liberada le rompió el cuello inmediatamente al prisionero, demostrando el innato talento del verdugo a la hora de planear una ejecución. Tiempo despues intento llevar su nuevo metodo de dar muerte a otros lugares, pero por una u otra razón no tuvo exito, pero eso es una historia aparte.

El arbol se balanceó de un lado al otro mientras se le acababa el impulso, y termino doblado de manera que el muerto quedo suspendido precisamente sobre un pequeño montón de los desechos que el mar habia traido.

Colgando del arbol, el difunto le dió lo ultimo que tenia por ofrecer al mundo (anteriormente solo brutalidades y obras poco honrrosas) y le pasó la vida que le quedaba a la arena debajo de si...

miércoles, 14 de julio de 2010

"La mujer del vestido de post-its" no.2

Fue en un restaurante donde la ví por primera vez, alegre y ligera, fundiendo su verdad con la metafora: no llevaba a cuestas el peso de un ayer. Ingravida y hermosa, dió una artistica vuelta, congelando el tiempo para todo aquel que la viera. Elegante sin caer en la petulancia, risueña sin ser infantil, cuadritos de papel fosforecente desprendiendose de su hipnotica figura, rompiendo su encanto sobre mí.

El viento no se hizo esperar, una pequeña refaga se llevó los cuadritos que se habian desprendido, borró la sonrisa de su rostro y la envió correteando tras ellos. No es necesario decir que no desperdicié el momento, es natural que uno esté ansioso por brindar socorro a una hermosa joven, por mas insignificante que sea el problema; es natural, aunque por lo general sea solo para que un melodioso gracias escape de sus rojos labios.

Sonará dramaico, pero no habia tiempo que perder, dejé un billete sobre la mesa sin esperar al cambio y raudo y veloz salí disparado hacia donde sopló el viento. No logre atrapar ninguno de los papelitos tras los cuales ella habia salido, pero, como es de esperarse, el correteo le fue arrancando otros, post-its que fui recogiendo para sentirme como caballero en plateada armadura al llegar con ella.

Por fin la alcanzé, pero parecia perdida, ahogandose en un mar de gente, cubriendose la cabeza para protegerse de las oleadas de personas que en el mejor de los casos la pasaban de largo. Pareciera que el universo me estaba dando la oportunidad de que hiciera una entrada triunfal, caminando con paso firme, inchando el pecho. Pero al acercarme a ella, desaparecio ese deseo de ayudarla solo por vanidad y su preocupacion me llego a mi, y senti que la ayudaba porque de verdad lo necesitaba. Llegue con ella y me invadió su sonrisa.
Continuará...

lunes, 5 de julio de 2010

Respuesta a una pregunta jamas formulada

Se habran preguntado: ¿porque este orate llamó a su blog "El cofre del alquimista"? (y si no, les respondo antes de que les entre la duda).
Pues resulta que como ser extraño que soy (mitad Cthulhu, con algo de elfo y otro tanto de demonio) siento un ligero desagrado por la ciencia (y abhorresco la religión), ya que ambas me muestran al mundo de una manera demasiado sosa (el big bang no suena lindo y "Dios lo hizo todo" suena aún peor).

Asi que pensé, que tal ves algo intermedio, una mezcla de algo que no ate nuestra curiosidad (religion) y aun asi nos deje creer en cosas verdaderamente milagrosas (a diferencia de la ciencia) seria lo ideal para mi. Fue entonces donde apareció la alquimia.

Mucho menos noble que nuestros cientificos (lo tengo que admitir) y ciertamente menos aburrida que un sermón, la alquimia busca enriquecer a sus praticantes y hacerlos, a la vez, mejores personas en el interior; llevarlos mas alla de lo que son (ante lo cual la iglesia se ha visto algo regega).

El proposito de la quimica, fisica, matematica, biología etc.,(pero en especial la fisica) es saberlo todo y este (con todo respeto) puede verse bastante vago comparado con:
  • Transformar la materia vil en oro puro
  • Obtener una sustancia con cuya ayuda se pueda encontar la solución de cualquier problema ( osease la bien conocida Piedra Filosofal)
  • Encontrar el secreto del movimiento perpetuo
Y muchas otras cosas que suenan maravillosas (y tal vez demasiado idealistas) cuando se enlistan.

Para concluir creo que solo queda algo por argumentar: sin importar sus defectos y fallas, el alquimista tiene mucho mas estilo que cualquier sujeto en bata blanca.

"No soy computadora para regirme con leyes simples
y tampoco cordero para creer ciegamente lo que me digan,
soy el alquimista, que en sus artificios y formulas rebuscadas
encuentra el proposito de su propia vida"

sábado, 3 de julio de 2010

Regalo de Cumpleaños

Hoy es el cumpleaños de Zura (aunque hubiera jurado por Shijiadra que era el martes) y como tal me gustaria dedicarle una pequeña (aunque no necesariamente magnifica) historia:

"La mujer con el vestido de post-its" no. 1

Sobre el libero, entre chucherias de la mas variada procedencia había una fotografía, cuyo proposito no era otro que el inmortalizar a una bella jovencita vestida con un encantador vestido de fiesta, el cual hubiera lucido mejor de no haber estado recubierto con post-its. A su lado se encontaba un pequeño cuaderno, con una nota en la portada: "A la dama de mis sueños".


Ya no podía evocar su pasado en los dias que le hacian ver mas amargo el presente. El hecho de que no podía recordar nada era, pues, lo único que su memoria estaba dispuesta a archivar.

Conocía el mundo por sus sentimientos: podría no saber a ciencia ciera lo que era un auto, pero dentro de ella la sensación de que este le servía para transportarse era lo único que necesitaba para no ser invadida por el horror (aunque era normal verla viajando en la cajuela, el parachoques o incluso en el toldo cuando no encontraba la nota que le recordaba que se viaja dentro del vehiculo).

Existir en una eterna angustia era lo único que hacía; pues estando siempre conciente de que iba a olvidar en cualquier momento, tenía que apresurar todo lo que se propusiera hacer antes de sucumbir ante la amnesia.

Su ingenio jamas la habia abandonado; cuando su médico le dijo que pronto sería incapaz de recordar cualquier cosa, pusó manos a la obra y fue planeando minuciosamente cada detalle, con tal de hacer el hecho de no tener recuerdos menos pesado.

No se preocupó por la comida, dependería de lo que su cuerpo sintiera para procurarse a si misma. Tal vez el antojo de comer un chocolate abandonaría su mente en cualquier momento, pero el estomago seguiría rogandole alimento sin importar los tropiezos de su enferma mente...continuará