domingo, 19 de septiembre de 2010

Nuestro amado dictador no. 1

Hola a todos mis lectores (aproximadamente la 20,000,000,000ava parte de la poblacion mundial). Si, se lo que estan pensando, soy brujo, perdon por abandonarlos y por torturarles con otra de mis historias...aunque puede que esta sea la mejor. Bueno, les dejo con este trabajillo que tuve que hacer para lengua:

Ciudad de Infra-Zovreth, Zovrestan

17 de agosto del 1021

Venerable soberano de Ebígtop:

Escribo esto para elucidar los hechos recientes, ya que rumores obscuros han llegado a mis oídos acerca de falsas impresiones que su gente tiene acerca de mi forma de gobernar Zovrestan.

Sé que mis métodos pueden parecer barbáricos para muchos monarcas de otros países (como también para la “misteriosamente desaparecida” pléyade de mi país), pero debo dejar en claro que considero que todos los castigos impuestos por mí están bien justificados. El resto de los “oprobios” que se mencionan deben ser gracias a gente sañosa que gusta de tergiversar la verdad.

A mi parecer, todos los rumores se deben a un simple suceso que acaeció dentro de mis fronteras, me parece que ustedes los ebigtopinos llamaron “romance” a esta problemática.

Esto empezó en la primavera de hace tres años, una temporada en la que las tierras de Zovrestan están especialmente bellas y se llevan a cabo diversos eventos de gran interés turístico, atrayendo hordas de visitantes a mi país. La célebre actriz Lidara Pékali, originaria de vuestro reino y famosa por su petulancia, figuraba entre estos.

Según tengo entendido, durante su estadía en el país conoció a mi sobrino, Fabal Anrrof, también conocido como (el misógino) duque de Vodeth. Lo que ocurrió entre ellos no me consta, pero, de acuerdo a lo que me notificó mi sagaz equipo de espionaje (y las revistas de chismes), se trató de una relación sentimental que maduró rápidamente. Una relación que solo puede ser explicada por lo que se conoce como “amor verdadero”, pues de ninguna otra manera hubiera podido funcionar una relación entre un altanero y machista aristócrata y una frívola celebridad.

Y debe haber sido así, ya que dos meses después las noticias sobre el compromiso de el duque y la diva estaban circulando a lo largo y ancho de ambos países. En retrospectiva, me doy cuenta de que puede que todo este caos publicitario haya sido la causa de los siniestros que le sucedieron.

El verdadero problema se dio durante el banquete de bodas(en Zovrestan se acostumbra dar el banquete antes de la ceremonia), un evento al que tuve el placer de asistir
(puede que por esa razón el almuerzo fuera todo menos frugal). Y fue precisamente en el momento en el que estaba a punto de ofrecer mis inefablemente buenos deseos a la feliz pareja cuando irrumpió la policía y se llevó a mi sobrino, bajo los cargos de asesinato, asesinato de la hija del Conde… mi hija.

Puede que la rabia me haya cegado, y puede que por ello me haya mostrado tan presuroso por condenarle a muerte; en ese mismo instante, de hecho.

Resulta que un fanático de la diva se enteró de que esta se había comprometido… y decidió hacer algo al respecto. Esto consistía en culpar al pobre de Fabal de un crimen atroz, un crimen que garantizaría que le condenaran a muerte. Así, con nefasta alevosía, el pedazo de animal medroso, indigno y despreciable le dio muerte a la heredera de mi trono, asegurándose de dejar suficiente evidencia para que se sospechara de mi sobrino.

Debo confesar que durante el tiempo que duró mi rabieta, el ejecutar a Lidara frente a los ojos de Fabal parecía buena idea. Estos cruentos planes llegaron a los oídos de Derechos Humanos, quienes metieron las manos en el asunto de inmediato. Puede que quienes llegaron a intervenir sufrieran la peor parte, ya que fueron sojuzgados y “desaparecidos” por mi policía secreta en cuanto entraron al país.

Afortunadamente esto les dio tiempo a los dos enamorados de escapar. Dicha fuga les costó la vida a quienes se supone debían custodiarlos. Lidara se refugió en su país, y le contó a todos los medios lo que yo había hecho. Así fue como mi circunspecta persona se volvió la comidilla de la comunidad internacional, quienes sin reticencia alguna se dedicaron a criticar mi gobierno. Fabal, por su parte, se escondió dentro del país, valiéndose de la simpatía que había adquirido recientemente para procurarse sustento y protección.

A final de cuentas se supo la verdad, gracias a meses y meses de ardua investigación. No es necesario aclarar que el verdadero responsable sigue sufriendo los más horripilantes tormentos, aguardando a la parsimoniosa muerte para que se lo lleve por los últimos nueve meses . Fabal y Lidara, tras años de estar separados, pudieron unirse por fin en sagrado matrimonio (curiosamente no fui invitado a la ceremonia).

No los culpo, después de todo es posible que lo merezca. A pesar de esta frenta, he nombrado a mi sobrino como sucesor. No olvidando que no me invito a su boda, a modo de venganza, he puesto como condición que debe permanecer con su (según yo insoportable)esposa si quiere ser conde algún día.

Espero se haya dado cuenta de que todos los rumores son, a lo mucho, anacronismos. No creerá que un noble (poderoso, iracundo y dotado de un buen ejercito) gobernante como yo sea capaz de tales atrocidades ¿o si?



ATTE:

Edphabar Cuervamente, Brujo Malo de Ningún Lugar, Gran Conde de Zovrestan