jueves, 16 de diciembre de 2010

Chayote 2010 !!!

Antes que nada me gustaría aclarar que "chayote" en brujinés significa "adiós", algo así como un "ciao" pero grandote. Además de eso quiero agradecer a mis cuatro followers (así como a todos los que lo hayan visitado por accidente} su paciencia y atención hacia este Brujo y su blog.
Esta, criaturas y criaturos es mi última entrada del año, y la voy a aprovechar para escribir una pequeña metáfora de mi pequeño viaje en estas fiestas decembrinas, puesto que ya me dí el lujo de mostrar mi quasi-aprecio por todos los que están leyendo esto del otro lado del monitor.

Sin nada más que decir, mi último cuento del año:

Su verde superficie empezó a reflejar los primeros rayos del alba, pasando de un fantasmal verde menta a uno mas vivo y similar al musgo. De su rechoncho cuerpo colgaba una cabineta de mimbre atada con listones, que a sazón también eran verdes, con una pequeña ventanilla enfrente. Cuatro ganchos estaban a los lados de esta, de los cuales colgaban maletas de piel negra y pequeños baúles de una hermosa madera color rojo vino.

Un duendecillo metálico con runas en todo su dorado cuerpo iba y venía desde la puerta de la azotea al misterioso objeto, haciendo minuciosos arreglos en el pequeño globo. Como él, varios seres casi idénticos revisaban el estado del globo, empacaban cargas que parecían demasiado grandes para uno de ellos, pero que aún así llevaban con toda tranquilidad.

De los costados de la excentrica aeronave se extendían dos alas con un escudo en cada una de ellas, que por su posición no sugerían servir como las de un ave, sino mas bien como las velas de un barco, destinadas a proveer de impulso al dirigible.
De la podrida portezuela salió una figura alta y esbelta, envuelta en una elegante túnica negra bordada con hilos de seda esmeralda. Sus ojos estaban ocultos por un grueso par de googles de cristal de peridoto, sostenidos en su lugar por correas de piel de lobo.

En la mano derecha traía un tridente hecho de ébano, con una punta de acero azul que de cierta manera desarmonizaba con la glauca manía del desgarbado amo. En la izquierda traía un libro grande y pesado, con un vetusto y gastado filo dorado.

Clavó su mirada en el globo, el cual parecía mutar frente a sus ojos mientras se inflaba, cambiando de un improvisado saco de bolsas de supermercado para volverse una especie de ventana al techo de un bosque, dejando ver avecillas e insectos de la más variada índole.

Minutos después, completamente hinchado, seguía sin parecer capaz de levantar el vuelo, al menos para todo aquel que hubiera crecido bajo los preceptos de la ciencia moderna;él, por otra parte, lo había rellenado con gases alquímicos, tan densos como el vacío y tan voluminosos como una ballena. No era necesario entonces que la carga y el globo tuviera las proporciones recomendadas por los expertos para elevarse sin problema alguno del suelo.

El misterioso hombre le entregó su tridente a uno de sus pequeños sirvientes, el cual lo acomodó con todo cuidado dentro de la cabina. Regresó a tomar el libro de las manos de su amo, para colocarlo con la delicadeza de una madre junto a el tridente.

Todo parecía estar listo, ahora podía abordar su nave. Colocó un pie dentro y el globo cedió ligeramente ante el nuevo peso que debía soportar, cosa que se repitió cuando se introdujo completamente en la cabina. El borde de la solapa de cuero que fungía como puerta se iluminó tenuemente, acompañada por un suave silbido, sellando así la cabina y protegiendo al hombre del viento y las posibles caídas.

Los duendecillos procedieron a desatar las cuerdas que mantenían el globo atado al piso, las cuales ya libres retrocedieron hacia la canasta y se enrollaron por si mismas silbando aliviadas, pues no eran cuerdas, sino serpientes mágicas.
El globo se fue elevando, y conforme lo hacia se iba volviendo traslucido su cuerpo, luego transparente y luego casi invisible, pues en donde había estado un dirigible ahora se encontraba un loro de brillantes plumas esmeralda.

Perdiéndose en el cielo se dirigió hacia el este, hacia las cavernas que habían traído a este mundo a los ancestros del hechicero...



¡Feliz Brujidad y Año Nuevo sin crisis!

viernes, 3 de diciembre de 2010

La Ciudadela Amarilla

Puesto que estamos un año mas cerca de el famoso 2012 (yupi), he dedicado esta poesia a uno de los escenarios posibles: los "moridos" levantandose de sus tumbas.
En parte tambien por otras tantas cosas mas embriagantes a los sentidos y con una fuerte influencia de la esplendida saga del Abhorsen que apenas terminé de leer, la Ciudadela Amarilla es la historia de un navío titánico que protege al último vestigio de la humanidad.

Habrá una isla sobre el mar,
fulgurando en destellos de oro,
con siete torres para cuidar
del fétido recuerdo del añoro.

Habrá una isla, sol vagabundo.
De siete fondos sobre el Caribe,
huyendo del desierto mundo
que negra podredumbre exhibe.

Habrá un tesoro navegante
Para que el soñador no sufra.
Cuando el despedido, conciente
Con su seca garganta bufa.

Protegida en sus tres costados,
por muralla de azul cristal.
Por muro y fosa nunca ingeniados,
Para olvidar el miedo, el mal.

Veanle ya vacías las cuencas,
ahora incapaces de imaginar.
Veanle de sangre sedientas,
sin poder por el agua caminar.

Palacio del alba y del ocaso,
ruina de la tierra moribunda.
De dioses olvido, si acaso.
Y de condenados falacia inmunda.

Musa vestida, de negro y carmín
eterea y recervada mujer prohibida
A mi amigo el nicromante ruín.
Que no será ella de tus huesos vida.

Fue del glauco caballero juramento,
proteger en la ciudad a la reina.
Y no habiendo nunca impedimento
su vigilia se torno en vaina.

Hijos de la sangre regresen
a estos paraisos corruptos.
Y esperanza sembrando expresen
al ser que abandone sus lutos.

Que la brisa y la distancia
te protejan del cuervo,maravilla
Y que por ti se derrame el ansia
Por ti Ciudadela Amarilla.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Flashback: La Zelota Nefasta de Todo-Lugar 1

Y tarah!
Por si algunas vez se preguntaron si el Brujo Malo tenía un enemigo, aqui les tengo la respuesta: Si. Este, criaturos y criaturas, es solo un flashback sobre uno de los momentos en los que mas he deseado matar a una persona: La Zelota Nefasta de Todo-Lugar (alias Encarnación del Mal), una vieja vil y perversa, fanátia religiosa y de seguro descendiente directa de Tomas de Torquemada.
Obvio es que se haya ganado mi repulsión y juramento de venganza, para lo cual no me conformaré con menos que acido Fluorantimónico (que hermosa palabra) anzuelos de pesca, dos metros de cadenas al rojo vivo, una prensa de carpintero,un taladro, una estaca metálica para empalar y alambre de púas, todo con la amable presencia de una hoguera de leña verde. Bueno, dejando mis fantasias sádicas a un lado momentaneamente, les dedico estas palabras:

Veo a mi alrededor, un salón grande con una puerta blanca y metálica a la izquierda, detrás varias ventanas viejas y oxidadas por las cuales se filtran los humos nauseantes de un camión de basura. Al frente una especie de plataforma recubierta de azulejos, sobre la cual se posa un blanco escritorio de metal.

La puerta está abierta, se podrían escuchar los gritos en la dirección que esta a solo dos pasos, pero parece que todo aquel que podria hacer algo quiere ignorarlo.

Sentado sobre una banca doble del lado izquierdo, en la primera fila desde la puerta a la pared, la penúltima banca desde el pizarrón a las ventanas. Agradezco estar en mi lugar, no soportaría verla así mas de cerca, ni tener al monstruo que le atormenta a mi lado.

A mi alrededor hay labios sangrantes de impotencia y odio; los ojos fijos sin parpadear, lanzando miradas de desaprobación y miedo, de empatía y dolor. Los puños están torcidos de la ira, dejando rojas marcas sobre las palmas descoloridas por la presión. Un sudor frío nos recorre a todos, la emoción es tan grande que nadie puede romper en lágrimas.

Pequeña de por si, ahora parece una cosa de nada, empequeñecida aunque quiera disimularlo con sus hombros rectos y su rostro firme. Ella llora, sus negros risos alborotados por el miedo que le recorre de pies a cabeza, su piel pasando de moreno claro a rojo intenso y de rojo a morado.

Pero la maldita, con su rostro impasivo y deforme mostrando a flor de piel el demonio que de verdad es, sus ojos saltándole de la cara, una cara que quedaría mejor tras una gruesa capa de maquillaje o una bolsa de papel. Su voz vibrante y cacofónica retumba en nuestros oídos, sus palabras llegan a nuestros corazones y los llenan de odio.

A todos los ha hecho llorar: los mas insensibles, los mas alegres, los mas listos, los mas latosos...todos han pasado a sufrir esta humillación, este odio. La hostilidad hacia ella es tanta que cualquier cosa es preferible, cualquier cosa que no sea ella es fácil de amar.

Los ojos de la niña ahora están irreconosibles tras ríos de lágrimas, su voluntad ha sido quebrantada con la palabra "mentirosa" pronunciada por esa voz inhumana. Suplica que se le deje en paz, que el tormento termine.

Pero en los ojos negros y saltones con venas marrón de la vieja solo se ve satisfacción; ha humillado a la niña mas tierna y la ha hecho sentir como basura.

Practicamente la saca a rastras del salón, culpándola de algo que ella no hizo, haciéndole implorar piedad.

El velo de silencio se levanta, majaderías salen de boca de todos, los mas sensible lloran, los demás solo la ven alejarse, sabiendo en el fondo que es la ultima vez que verán a su amiga...