martes, 25 de septiembre de 2012

El secreto de un físico increible

En otro de mis frenéticos arranques de generosidad hacia la insípida humanidad, he decido dejar al alcance de los profanos y crédulos este texto extraído del Ars Patetica :

1.-Encerrarse todas las noches a medianoche en una alacena
2.-Sentarse en posición fetal y mecerse como niño traumado.
3.-Taparse con una cobija mientras se repite "Soy la belleza, la hermosura y perfección" al revés, 4900 veces y con una pinza en la nariz.
4.-Previamente debes ofrendarle una virgen a Hiwangaturethil (el dios malayborigenokee del cielo nocturno).
5.-Antes de ofrendar la virgen, debes cubrir un cerdo amarillo de mermelada de chabacano. La mermelada de chabacano ayuda a crear un vínculo más fuerte entre el mundo espiritual y el mundano.
6.-La virgen que le ofrendes a Hiwangaturethil debe tener cuatro narices. No importa si las narices son suyas o postizas, es imperativo que las tenga.
7.-Hiwangaturethil gusta de los hígados de virgen, prepara un paté con el hígado de la virgen ofrendada. Unta el paté en galletas de animalitos (Hiwangaturethil ama las galletas de animalitos).
8.-Finge sorpresa al averiguar que la influencia divina de Hiwangaturethil no mejora el aspecto físico. Cambia de dios patrón y opta por rezarle a Coatlifroditisis (la deidad aztriegegipcia de la fertilidad).
9.-Vuelve a cubrir al cerdo con mermelada, esta vez debe ser de cereza.
10.-Ve al espejo más próximo, colócate unos lentes de esmeralda.
11.-Si después de tres meses de realizar este ritual todas las noches no has visto resultados, tienes mi completo permiso de recurrir a otras fuentes de sabiduría ancestral para quitarte lo espantoso.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Demencia No. 1


Giras. Las hiedras te asfixian. Las llamas borran el escalofrío. Giras. El pasillo arde junto contigo, la sombra te aplasta, las flamas gritan. Giras. El violín sigue tocando, toca Do y La. Tus setecientas manos dibujan triángulos con tiza. Giras. La sombra grita desesperada, tiene una muñeca que llora tinta de sus catorce ojos. Giras. Los ojos se clavan en ti. Giras. Los ojos son de tiza, tú los dibujas. El pasillo aún no termina, lo ojos siguen clavados en ti. Sigues dibujando los ojos. Giras. La muñeca tiene trece ojos, tus quinientas manos me han arrancado veinte. Giras. Todo es rojo, el pasillo es rojo. El suelo es de terciopelo. Las tres paredes son de terciopelo. El techo es de terciopelo. Giras. El violín lo toca una de tus ochocientas manos, no sabes cuál. La sombra te sigue, la tocan para hacerla a un lado. Desaparece, dejando caer a la muñeca. Giras. Van más de un billón de ojos, los ojos se te clavan y sangras por sus punzadas. Do y La. El terciopelo son hiedras rojas. Giras. La muñeca es una sombra, en su mano hay una igual a ella. Las llamas se ríen. Te mira con sus veinte ojos y le dibujas uno más con sangre y un juramento. Giras. Los ojos se cierran y se dividen en dos más. Los ojos se cierran y se dividen en dos más. La luz viene de detrás de ti. Giras. La luz sigue estando detrás de ti. El violín toca algo nuevo, Do y La. Giras. La hiedra tiene flores, flores tristes que arden en cuanto las tocas. Las tocas. Las tocas. Giras. El pasillo arde y finalmente se acaba. Do y La. Giras. Caes al suelo, es de madera. La gente te mira sorprendida. Los miras,  sus ojos eran los que se multiplicaban. Las hiedras eran sólo rosas, su flama tu sangre en sus espinas. La muñeca está en tus manos y tú sólo eres una muñeca de la muerte...