Wow, no hay duda de que soy extraño...
Me salté la ira...
Me salté la negociación...
Me salté la depresión...
Si, intenté negar el hecho de que yo había perdido para siempre mi (hijo) cuaderno, intenté encontrarlo y preguntar por el en todas partes, escurrirme en otros salones con todo el cinismo del mundo...
No apareció, en solo dos horas una de mis posesiones mas preciadas cortó el cordón umbilical y abandonó el nido (mi morralito de "pedo", tiene un logo de Bacardí).
Así termino una de mis fases (la de hacerme pendejo en clase jaja), y la verdad es que ya no siento miedo. ¿Que puedo perder? ¿Un villano con dos cabezas y ningún corazón?¿Una bola de criaturas que solo dibujé para recordar los buenos días?¿Un rey tirano al que le puedo cambiar el nombre y su ciudad?
Ni uno solo de esos delirios vale un quinto sin color...
El fénix como lo concebí ha muerto, solo está esperando renacer una vez mas. El fénix bailaba; ahora debe volar, blandir sus dentados sables, arrojar sus afiladas plumas a sus enemigos de metal...
Hoy fuí a la papelería por un nuevo cuaderno, esta vez de tamaño profesional. Me dieron uno de marca "Mystic" (¡ja! ¡ casi como la amiga que me recomendó conseguir uno nuevo!).
Ya tengo un hada, una bruja y un demonio; algún día sera mejor que el que perdí, me hará mas orgulloso.
En el otro solo había dibujado seres al azar, ahora crearé una historia.
(aunque solo por si acaso voy a hacer uno de mis embrujos para ver si logro que lo devuelvan bwahahahahaha)
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