martes, 1 de febrero de 2011

La Rueda de Aragón no. 4

Esta, lectoras y lectores (basándome en las proporciones de mi audiencia) es solamente la tercera vez que intento escribir esta falta-de-encanto nota acerca de lo que pienso de ese güey horrendo -y bien amado por una grotescamente grande porción de la humanidad- llamado Dios.
Si creían que en la orden de una hamburguesa de incorrección política, papas sazonadas con magramente salado humor y un refresco de medio litro con la leyenda "me cago en Dios" no venia con un juguetito llamado ira divina, pues lamento mucho arruinarles aquella idílica versión del universo, pero así es.

Y puede que no se deba mas que a mi reciente conversión al satanismo; evento causado por mi creciente simpatía hacia el amigo con cuernos y cutis rojo que la gente se deleita en despreciar, la lectura de los mandamientos satánicos y una pizca de filosofía que la gente temerosa del "senior" tomaría por blasfema; todo esto aderezado con mi creciente odio hacia las diferentes iglesias del todopoderoso (resaltando el puritanismo sobre todas ellas)...
Perdón por la verborragia, pero esta se debe única y sencillamente a la emoción de poder tomar mi primera venganza pública del mes contra Jehová (advierto y admito que maldecir frente a las iglesias no es una buena estrategia, menos cuando hay gente devota que te puede escuchar y tienes prisa).

En fin, desde hacia varios días yo tenia planeado teclear acerca de dos fuerzas opuestas en la conciencia humana llamadas evolución y Dios.Toda esta idea siendo concebida por un espermatozoide llamado "ver los Pecados Capitales por H.C." y una mente torcida e inestable que hizo el papel de óvulo.

Deleitándome-torturandome con los estúpidos discursos de los clérigos ahí expuestos, me di cuenta de lo afortunado que he sido en esto de poder pensar en el bien y el mal sin restricciones ideológicas, cosa que ellos al parecer no pudieron hacer.

Por ejemplo, cuando a un escuincle (o incluso aborrecente) criado con bases religiosas le pones algo como eso, puede que termine con cara de asco y rezando trece padres suyos y ochocientas Aves Marías para no volver a sintonizar el canal en su parsimoniosa y borrega existencia. Sin embargo, con alguien tan poco lindo y simpático como yo, se debe tener cuidado, pues empiezo a proferir maldiciones, estallo de ira por todas las sandeces que dicen aquellos religiosos mientras me lamento por permitir que cosas tan asquerosas existan.

No es que sea intolerante, lo que pasa es que la religión es un tema que tarde o temprano me termina por hinchar las meninges con sangre y bilis negra en iguales proporciones. Yo ni siquiera soy bautizado, y la única instrucción religiosa que recibí fue por parte de mis dos abuelas, quienes -dicho sea de paso- no son precisamente mujeres devotas que van a misa los domingos y se persinan cada vez que oyen una blasfemia.

Y en gran parte lo agradezco, porque como individuo que soy, resulta liberador sentirse excento del estigma social que ha causado la iglesia a lo largo de todos estos años.

En fin ¿A qué se debió todo este choro mareador? Oh sí, a la evolución.

Resulta que en uno de mis arranques de amargura y cinismo me dio por exclamar en voz alta lo siguiente:
"En mi opinión, la mejor -y posiblemente única- prueba que tenga la iglesia para negar de una vez por todas esta teoría de la evolución es la persistencia de esa organización tan anticuada"

No fue una idea tan buena, tomando en cuenta que no lo dije frente a una convención de gente sesuda que pensara lo que quise expresar, sino una turba compuesta por espécimenes de Cro-Magnon y Neanderthal llamada compañeros de clase. Fundamento mi punto con esto, no es bueno expresar abiertamente ideas que vayan en contra de un dogma fuertemente arraigado como es la religión, sobretodo porque puede que entre los oyentes se encuentre alguien que pueda ser resumido en la siguiente frase
"un sorprendentemente idiota y necio fanático religioso".

No morí -al menos eso creo- pero de no haber estado estrenando mis gónadas de Brujo Malo estoy seguro que me hubiera defecado ahí mismo. En vez de eso sólo me quede riendo por dentro, mientras mi "sope" contrincante iba tomando un divertidísimo color rojo tomate con su furia auto inducida.

Mmm, demasiado desvarío de mi parte, perdonen eso.

A lo que quería llegar con eso es al hecho de que resulta irónico que una especie que supuestamente esta madurando en algo más avanzado y apto para la supervivencia esté involucrado con algo que sinceramente podría causar su propia extinción. Y es que las iglesias de Dios (ese Dios) no toman la fertilidad, la nutrición, el reposo y la competencia como algo bueno, sino como algo que debe ser erradicado a toda costa con la única excusa de que "ofenden al señor"...¡POIRE!

Estos elementos han representado los pilares de la evolución desde tiempos de las bacterias y el curioso fenómeno de que así de la nada una especie vaya en contra de lo que ha mantenido a la vida sobre la faz de la tierra resulta de lo más putamente absurdo. Así que si asumimos que la iglesia no sólo ha ido en contra del simple concepto de evolución, sino en contra de todos los elementos que la han mantenido vigente, podremos decir que el caso "iglesia" manifestándose en una especie supuestamente avanzada no puede ser otra cosa sino una negación absoluta a la vida, el desarrollo y lo que les sustenta.

Alégrese Mr. Benedicto, ya tiene algo con que refutar esas "blasfemias" que ocasionan la ira de Dios y salvar nuestras almas inmorales, perdón, inmortales; y se encuentra alrededor de usted, en su apergaminado corazón y en todos los lugares donde la palabra de Dios ha sacado a patadas de mula a la de la Madre Naturaleza.

Bueno, he escrito todo lo que tenía que escribir por el momento y aún debo repartir la sabiduría de Gea y el Diablo por el mundo. Lamento no haber podido hacerlo antes, pero espero que el añejamiento haya resultado conveniente...

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