lunes, 17 de septiembre de 2012

Demencia No. 1


Giras. Las hiedras te asfixian. Las llamas borran el escalofrío. Giras. El pasillo arde junto contigo, la sombra te aplasta, las flamas gritan. Giras. El violín sigue tocando, toca Do y La. Tus setecientas manos dibujan triángulos con tiza. Giras. La sombra grita desesperada, tiene una muñeca que llora tinta de sus catorce ojos. Giras. Los ojos se clavan en ti. Giras. Los ojos son de tiza, tú los dibujas. El pasillo aún no termina, lo ojos siguen clavados en ti. Sigues dibujando los ojos. Giras. La muñeca tiene trece ojos, tus quinientas manos me han arrancado veinte. Giras. Todo es rojo, el pasillo es rojo. El suelo es de terciopelo. Las tres paredes son de terciopelo. El techo es de terciopelo. Giras. El violín lo toca una de tus ochocientas manos, no sabes cuál. La sombra te sigue, la tocan para hacerla a un lado. Desaparece, dejando caer a la muñeca. Giras. Van más de un billón de ojos, los ojos se te clavan y sangras por sus punzadas. Do y La. El terciopelo son hiedras rojas. Giras. La muñeca es una sombra, en su mano hay una igual a ella. Las llamas se ríen. Te mira con sus veinte ojos y le dibujas uno más con sangre y un juramento. Giras. Los ojos se cierran y se dividen en dos más. Los ojos se cierran y se dividen en dos más. La luz viene de detrás de ti. Giras. La luz sigue estando detrás de ti. El violín toca algo nuevo, Do y La. Giras. La hiedra tiene flores, flores tristes que arden en cuanto las tocas. Las tocas. Las tocas. Giras. El pasillo arde y finalmente se acaba. Do y La. Giras. Caes al suelo, es de madera. La gente te mira sorprendida. Los miras,  sus ojos eran los que se multiplicaban. Las hiedras eran sólo rosas, su flama tu sangre en sus espinas. La muñeca está en tus manos y tú sólo eres una muñeca de la muerte...



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