El DF (y el resto del mundo) despierta

Jeje.

Ciudadanos y ciudadanas del mundo, quiero informarles que soy feliz.

Y soy feliz por una simple y sencilla razón.

Miren por la ventana de sus cuartos si están viendo este blog mientras le son de provecho a la humanidad (ajá...); volteen a su alrededor si se están ahogando con un moka en una plaza mientras deleitan sus ojos con mi blog; asómense por las raídas cortinas si están viendo esto desde un burdel; hagan un huequito en la pared de vuestras celdas si son psicópatas de manicomio y tienen la fortuna de estar leyéndome desde el cuarto de colchones. ¿Notan algo extraño? ¿No?¡Pues yo sí!

Resulta que el otro día estaba navegando el gran compendio de sabiduría y pendejez de la humanidad (o sea Internet) cuando me decidí a seguir un link desde "feisbuc" y dejarme llevar por sus oleadas de información. Floté a la deriva hasta encontrar un pequeño sitio. Un lindo hermoso sitio llamado "the Oatmeal".

Maravillé mi knilch con las docenas de bellos y coloridos posters hasta llegar a uno que me dejó con el ojo pentagonal. Sí, así de chingona estaba la cosa esa.

Era más un post que un poster y se dedicaba a analizar (osea colocarla en la parte última del recto) el fenómeno de Corpúsculo. No les explicaré lo que venía, espero que lo lean por ustedes mismos. El caso es que por el momento requerí de dos pañales (uno para cagarme de la risa y otro para cagarme de la humildad), pero al terminar me quede con un huequito en mi ser. Sí, era hilarante, era muy cierto, era maravilloso, pero justo cuando se me escapó la última risa de villano me di cuenta de algo: Crepus-culo ya pasó de moda.

Después de haber vivido más de un año intentando no perderle la fe a la porción femenina de la población mundial adolescente, de soportar mi propia amargadosidad estratosférica(la palabra amargura es un tanto débil) y constantes bromas sobre la historia de la necrocriptozoofílica aquella, me he despertado sabiendo que fue un libraco tan poco trascendente que ya quedó en el olvido.

Y es ahora que noto lo rápido que muere la moda.